El Team Alzuri Racing & Motos Paco cuajó una gran actuación en las 24 Horas Vespa de Zuera, que se celebró en el circuito internacional de esta localidad oscense. Se llevó la victoria en la categoría de prototipos de chasis grande y terminó en una meritoria sexta posición en la general, entre los casi 50 equipos que consiguieron acabar la prueba. En esta ocasión, hubo participantes de numerosas comunidades y de países europeos como Francia, Alemania y Portugal.

El irundarra Luis De Miguel, jefe de equipo y jefe de mecánicos, comenta que «estamos muy contentos porque, al final, el trabajo de estos últimos meses para tenerlo todo a punto ha dado sus frutos. Además, el año pasado tuvimos varios problemas a lo largo de la prueba, incluso hubo que cambiar el motor, y este año nos ha salido todo más rodado».

En total, consiguieron dar 865 vueltas en 24 horas, lo que supone algo más de 1.400 kilómetros. «Cada hora o como máximo cada 65 minutos se tenía que producir un cambio de piloto», precisa. El equipo contó con seis que fueron: Juan Carlos Alzuri, Borja Alzuri, Adrián Alzuri, Mikel Benito, Mikel Louvelli e Iñigo Martínez. Con todos ellos, se desplazó también Nerea, la mujer de Luis, que se encargó de todo el tema logístico.

El jefe de la escudería recuerda que «a las siete horas ya estábamos entre los primeros y el resto se me hizo larguísimo. Quedaba mucho tiempo por delante y, en cualquier momento, podía pasar algo». Afortunadamente, no hubo sobresaltos, aunque si tuvieron que padecer bajas temperaturas durante la noche. «Fue durísima y los pilotos cuando se bajaban de la moto tenían las manos heladas», apunta.

Cansancio

Normalmente, en este tipo de carreras de resistencia se suelen alcanzar velocidades de unos 100 kilómetros por hora. De Miguel cuenta que «no requiere que los pilotos tengan una gran preparación física para estas pruebas, aunque sí se cansan mucho».

En el caso del responsable del equipo, no le tocó sufrir encima de la moto, pero lo hizo en boxes. A la tensión propia de la carrera y de tener que tomar las decisiones de estrategia, se une que fue el único integrante del equipo que estuvo despierto durante las 24 horas de la competición.

Este mecánico, que lleva trabajando muchos años en la tienda Motos Paco de Irun, tiene un especial cariño por las vespas. «Sin exagerarte, el motor de la moto con la que competimos tendrá entorno a 25 años. Eso sí, para participar en la prueba se cambiaron pequeñas piezas para intentar hacerlo lo mas resistente posible. El sistema de cambio es nuevo y el de embrague, igual», explica.

La imagen de la moto tampoco sufre modificaciones importantes y es muy similar a la de una vespa de serie, aunque tiene una novedad que hay que destacar. Entre el manillar y el asiento, tiene incorporado un segundo depósito de gasolina. De Miguel comenta que «llevamos un depósito extra para intentar repostar lo menos posible, por eso estábamos incluidos en la categoría de prototipos».

Lógicamente, el tener la vespa preparada para esta carrera ha supuesto un trabajo añadido para este mecánico durante las semanas previas a la disputa de la competición. «Ha tocado buscar horas para ir haciendo los ajustes en la moto, y tengo que agradecer a mis jefes, Pablo y Blanca, que me han dado facilidades», señala.

No son los únicos que le han echado una mano. También han colaborado Aritz y Jon, sus compañeros en el taller, y Alberto, el responsable de recambios de la tienda, que «se ha encargado de conseguir todas las piezas que me han echo falta». Un trabajo en equipo, dentro y fuera del circuito, que ha dado sus frutos.